Por Alejandro Reyes
Juárez
[Ramírez, Athena (2012). Incivil.
México,
Versodestierro. Colección Poesía sin permiso.]
Algunos autores plantean que las transformaciones aceleradas de los
últimos tiempos han configurado una nueva época: la posmodernidad. Caracterizada
por aspectos como la complejidad, la fragmentación de la vida social, la
redefinición de tiempo y espacio, la incertidumbre, el caos, el riesgo y la
ambivalencia.
En este contexto, los sujetos libres pero atados a los vaivenes del
mundo y la vida construyen y reconstruyen de manera continua identidades
múltiples, las cuales refieren,
según Maffesoli (2004), al hecho, sin
esquizofrenia, de que uno puede vivir a través de una multiplicidad de máscaras
que uno tiene a su disposición sin que haya nada de esquizoide, sin que haya
nada de patológico. O como lo menciona Bauman (2001), al igual que todo lo demás, la imagen de uno
mismo se desintegra en una colección de instantáneas.
Los poemas que Athena Ramírez comparte con nosotros en Incivil incorporan una visón de la
posmodernidad. No trata de explicar el mundo, porque ese no es propósito de la
poesía, pero, la poeta muestra una capacidad de compresión de éste que
incorpora en sus textos, los cuales además, quizá como reflejo de eso, asumen
el riesgo de la búsqueda y la contingencia para ir más allá de lo convencional
y romper con la solemnidad.
La poeta, que se reconstruye constantemente, se mueve por los mundos de
la poesía y los mundos cotidianos, muchos de éstos contradictorios; los
articula en cada verso para darles coherencia pero, sin desconocer,
precisamente, la heterogeneidad que caracteriza al periodo histórico actual y a
cada sujeto que nos tocó vivir en él. Esto lo deja claro desde el primer poema,
titulado Biografía universal, y sus
primeros versos: Vivo en muchas partes/
Soy muchas personas/ Y justo ahora me dedico a estar aquí…
Un estar aquí donde la experiencia, llena de contradicciones, se vuelve
metáforas para transitar de la luz a la oscuridad; de la fe a su negación; del
pesimismo a la utopía; de la comprensión de sí misma al desconocimiento absoluto;
del sueño a la hiriente realidad; del ruido al silencio; de la estridencia al
ritmo acompasado, de la armonía a la
desolación; de la creación al fin del mundo; de la civilidad a la incivilidad.
De las identidades múltiples y voces diversas que Athena muestra en sus
poemas, las contestatarias y rebeldes ocupan un lugar central. El poema que da
titulo al libro es un ejemplo de ello. En él capta una civilización desahuciada que va
perdiendo el significado, donde: Libertad:
esa palabra tan puta/ que se pinta las uñas/ mientras se busca/ en un
diccionario/ y se maquilla de libertina.
Y llega a preguntarse ¿Cuándo llegará/ el
anhelado fin del mundo?
My Little lord, otro de los poemas
contenidos en Incivil, nos lleva a una guerra que algunos
pensaron terminaría pronto, pero que, por el contrario, parece perpetuarse,
solo que ahora el silencio amordazado pretende, inútilmente, ocultar el
estruendo de las balas y el dolor de un país que se desangra. Vi una mujer de luto vestida/ en miseria,
¡qué digo una,/ he visto a miles!/ Y tú limitándote a vestir a tu mujer de
gala/ Padre iracundo, padre espurio/ Tu grito patrio/ provocó el llanto del
cielo/ Y no hay plegaria/ que a tus oídos conmueva/ Para que tus ojos/ se
encuentren con los de abajo/ Con la desolación de un país/ ávido de un milagro…
Así, desde un estar aquí y ahora de la poeta, desde los espacios de la
vida cotidiana construye su poesía y transforma la experiencia. En sus poemas
cobra sentido lo que Enriqueta Ochoa dijo acerca de que la poesía es un hallazgo de lo insólito en lo cotidiano (…) En el mundo
de las vivencias el que mejor configura los símbolos, la magia, las imágenes,
la liberación de las palabras concretas.
Al final Athena Ramírez usa diversas máscaras solo para desnudarse; para
dejar ver lo que su corazón y mente contienen; mostrarse como es, como lo hace,
en uno de su poemas, esa niña eterna
que se pasea majestuosa con su vestido de
noche dándole sentido a la constelación. Los invito a escuchar con atención
lo que sus diversos Yos nos quieren
decir en Incivil, su opera prima.
Casa Talavera-UACM, México D.,F., 22 de marzo de 2013
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